Las relaciones Rusia-África en el contexto de cambios geopolíticos (parte 1/2)

18/07/2022 | Crónicas y reportajes

Rusia necesita ir más allá de su tradicional retórica de la asistencia soviética brindada a África. Ahora es importante destacar las historias concretas de éxito y logros políticos, al menos durante la última década en África. La generación joven y la clase media, con edades comprendidas entre los 25 y los 45 años, que constituyen la mayor parte del 1,3 de la población, apenas ven el amplio impacto positivo de la cooperación económica de Rusia con África.

Rusia planea celebrar la segunda cumbre Rusia-África a finales de este año. Sergey Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa, indicó en un mensaje de mediados de junio que “en estos tiempos difíciles y cruciales la asociación estratégica con África se ha convertido en una prioridad de la política exterior de Rusia. Rusia aprecia mucho la disposición de los africanos para intensificar aún más la cooperación económica”.

Lavrov declaró: “Es de interés para nuestros pueblos trabajar juntos para preservar y expandir lazos comerciales y de inversión mutuamente beneficiosos bajo estas nuevas condiciones. Es importante facilitar el mutuo acceso de operadores económicos rusos y africanos a los mercados reciprocos y alentar su participación en proyectos de infraestructura a gran escala. Los acuerdos firmados y los resultados seran consolidados en la próxima segunda cumbre Rusia-África”.

Podría decirse que la declaración anterior ofrece algunas implicaciones especialmente al discutir esta cuestión de la construcción de relaciones. Lavrov ha afirmado acertadamente que dentro de la «policéntrica arquitectura emergente y sostenible del orden mundial» las relaciones con África siguen siendo una prioridad, pero los rusos siempre cierran los ojos ante el hecho de que la política exterior de Rusia en África no ha logrado pronunciarse en gran medida en términos prácticos, como lo demuestran las pocas incursiones en África por parte de funcionarios rusos.

La Unión Soviética estaba bastante comprometida con África comparativamente. Los rusos solo han estado criticando a los otros jugadores extranjeros durante las últimas dos décadas sin mostrar ningún modelo de construcción de relaciones. Sus objetivos de política exterior están dirigidos simplemente a mantener la pasión por firmar varios memorandos de entendimiento y acuerdos bilaterales con países africanos.

Durante los últimos años ha habido varias reuniones simbólicas de comisiones bilaterales intergubernamentales, tanto en Moscú como en África. La primera cumbre histórica discutió ampliamente las prioridades e identifico también las oportunidades para la colaboración. Ello requiere, sin embargo, comprender las tareas y los desafíos emergentes. Las actuales tareas deberían centrarse concretamente en estrategias viables para mejorar la implementación efectiva de los existentes acuerdos bilaterales, tomando acciones colaborativas prácticas que conduzcan a resultados orientados a objetivos. Sin embargo, Lavrov espera que “los acuerdos firmados y los resultados se consoliden en la próxima segunda cumbre Rusia-África”.

Aun así, Rusia juega un papel muy pequeño en la infraestructura, la agricultura y la industria de África y especialmente haciendo esfuerzos para aprovechar el Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA). Si bien, dado su estatus global, debería estar activo en África como lo están Europa occidental, la Unión Europea, Estados Unidos y China, está casi ausente y desempeña un papel insignificante según el profesor Gerrit Olivier, del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Pretoria y exembajador de Sudáfrica ante la Federación Rusa.

Los investigadores han estado haciendo contribuciones tangibles al desarrollo de los estudios africanos en Rusia. Este Instituto Africano con sede en Moscú tiene un enorme paquete de materiales de investigación útiles para diseñar una agenda africana.

rusia_putin_cc0-2.jpgEl profesor Vladimir Shubin, del Instituto de Estudios Africanos de la Academia Rusa de Ciencias, reiteró en una entrevista que Rusia no estaba haciendo lo suficiente para comunicar a amplios sectores del público, particularmente en África, una verdadera información sobre sus políticas internas y externas, así como los logros de la economía, la ciencia y la tecnología de Rusia para formar una percepción positiva de Rusia en el contexto de los cambios actuales globales del siglo XXI. En cuanto a la participación de Rusia, tiene, sin duda, una gran experiencia en desarrollo de proyectos en África, acumulada durante la época soviética, construcción de centrales eléctricas y presas o creación de institutos de formación tecnológica. Lo que falta hoy en día es su capacidad para proporcionar grandes inversiones, según Shubin, “pero la experiencia y la tecnología rusas pueden aún ser utilizadas mientras se llevan a cabo proyectos financiados internacionalmente en África”. En cuanto a los fracasos, quizás debamos señalar la falta de conocimiento profundo de las condiciones africanas, especialmente en la etapa inicial de la participación que a veces resultó en sugerir (o aceptar) proyectos poco realistas, pero hay buenas perspectivas para reactivar una cooperación diversificada.

El análisis cronológico muestra que la política de Rusia hacia África bajo el presidente Boris Yeltsin (1991-2001) fue descrita como una década perdida, tanto en asuntos internos como externos. Los documentos históricos muestran además que después del colapso soviético hubo aproximadamente 380 proyectos en toda África. A principios de la década de 1990 Rusia salió rápidamente, cerró varias oficinas diplomáticas y las abandonó todas y casi no hay señales allí de proyectos de infraestructura de la era soviética.

Las declaraciones políticas han indicado un fuerte optimismo para mejorar las relaciones. Informes oficiales durante la última década, incluidos brillantes discursos en conferencias de alto nivel, cumbres y reuniones, indicaron que algunas empresas líderes rusas como Rosneft, Lukoil, Rosgeo, Gazprom, Alrosa, Vi Holding , GPB Global Resources y Renova estaban implementando proyectos en África.

Sin embargo, es muy común reiterar que Rusia siempre ha estado del lado de África en la lucha contra el colonialismo. La frecuencia de recordar una y otra vez acerca de la ayuda soviética ofrecida hace más de 60 años no facilitará definitivamente los beneficiosos lazos comerciales y de inversión esperados bajo estas nuevas condiciones. Las Naciones Unidas declararon a África totalmente independiente en 1960 y la Organización para la Unidad Africana (OUA) se formó el 25 de mayo de 1963 en Addis Abeba, Etiopía.

El presidente de Afreximbank y presidente de la junta directiva, Benedict Okey Oramah, señaló que los funcionarios rusos “siguen recordándonos la era soviética”, pero el vínculo emocional simplemente no se ha utilizado para transformar las relaciones. Oramah informó que una de las principales ventajas de Rusia era la buena voluntad y comentó a la agencia de noticias Inter-Tass que incluso los jóvenes en África sabían cómo ayudó Rusia al pueblo africano a luchar por la independencia. “Así que existe un vínculo emocional”.

Lo más importante que sucedió en África fue el establecimiento del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA). Eso es un gran cambio de juego y últimamente se han dado pasos en los países africanos para crear mejores condiciones para el desarrollo empresarial y dar forma a un atractivo clima de inversión.

Según declaró Oramah en una entrevista el año pasado “A veces, es difícil entender por qué los rusos no lo aprovechan. Tenemos a los chinos, tenemos a los estadounidenses, tenemos a los alemanes que están operando proyectos… Esa es un área muy, muy prometedora.

Antes de la cumbre de Sochi de 2019, Oramah presentó un informe en una conferencia empresarial especial que tuvo lugar del 18 al 22 de junio del mismo año y enumeró los espacios para una posible cooperación, como finanzas, energía, minería, infraestructura ferroviaria, tecnologías digitales, ciberseguridad, atención médica, educación y seguridad alimentaria en África.

En esa conferencia se firmaron varios acuerdos entre el African Export-Import Bank (Afreximbank) y Sinara-Transport Machines JSC (STM), Transmash Holding JSC, Russian Export Center JSC, Avelar Solar Technology LLC, Chelyabinsk Pipe Plant PJSC, Kolon World Investment, y Opaia SA y la Fundación Roscongress.

Ya desde 2017, el Centro de Exportación de Rusia se convirtió en el tercer mayor accionista no africano de la organización financiera accionaria de Afreximbank y se esperaba que contribuyera a la aceleración de inversión, comercio y relaciones económicas entre Rusia y países africanos.

Es interesante señalar aquí que la comunidad empresarial rusa apenas presta atención a la importancia del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA), que proporciona una plataforma única y valiosa para que las empresas accedan a un mercado africano integrado de más de 1.300 millones de personas. La creciente clase media, entre otros factores, constituye un enorme mercado potencial en África. El continente africano tiene actualmente un enorme potencial como mercado, y algunos expertos dicen que es la última frontera empresarial.

Muchos países africanos están promulgando reformas económicas, la demanda de productos competitivos y de alta calidad está creciendo. Las empresas rusas están interesadas en este nicho, pero los rusos son extremadamente lentos. El enfoque a paso de tortuga refleja su incapacidad para determinar instrumentos financieros para apoyar el comercio con la inversión en África.

Acentuando la importancia de cooperación multilateral entre Rusia y África, el asesor del presidente de la Federación Rusa, Anton Kobyakov, declaró: “La actual situación en el mundo es tal que somos testigos de la formación de nuevos centros de crecimiento económico en África. La competencia por los mercados africanos está creciendo en consecuencia. No hay duda de que los exportadores rusos de materias no primas se beneficiarán de la cooperación con África en manufacturación, tecnologías, finanzas, comercio e inversión”.

Kobyakov señaló además que la Rusia moderna, que ya tiene experiencia de exitosa cooperación con países africanos está lista para hacer una oferta al continente africano que asegurará una asociación mutuamente beneficiosa y la realización conjunta de décadas de arduo trabajo realizado por varias generaciones de soviéticos y rusos.

Con sus impresionantes relaciones, Rusia no ha prometido públicamente fondos concretos para implementar los objetivos de sus políticas en África. Además, funcionarios rusos han ignorado el hecho de que el compromiso económico general de Rusia es en gran medida asombroso y varios acuerdos comerciales firmados aún no se han cumplido con muchos países africanos.

Acuerdos y negociaciones comerciales dieron como resultado 92 convenios, contratos y memorandos de entendimiento. Documentos de la cumbre dicen que se firmaron acuerdos por un valor total de 1.004 billones de rublos (12,5 mil millones de dólares) en esa altamente elogiada cumbre histórica en octubre de 2019.

Grandes empresas rusas no han tenido éxito con sus proyectos reflejando negativamente los motivos reales para la cooperación económica bilateral. Hay varios ejemplos como Rosatom en Sudáfrica, Norrick Nickel en Botswana, Ajeokuta Steel Plant en Nigeria, Proyectos mineros en Uganda y Zimbabue, Lukoil en Camerún, Nigeria y Sierra Leona. Actualmente, Rusia es invisible en los ámbitos de provisión de infraestructuras en África.

Sin lugar a dudas, varias empresas rusas han tenido un ínfimo rendimiento en África, debido, según los expertos, a múltiples razones. La mayoría de las veces los inversores rusos encuentran importantes nichos de inversión que requieren estrategias a largo plazo y un estudio adecuado del país. Al enfrentarse a la realidad, existen muchos desafíos de inversión, incluida la burocracia oficial en África.

Para garantizar seguridad empresarial y, en consecuencia, tomar medidas para alcanzar los objetivos principales, es necesario alcanzar cierto nivel de comprensión de las prioridades del país, las legislaciones de inversión, cumplir con los términos del acuerdo y un estudio cuidadoso de cambios de política, particularmente cuando hay un cambio repentino en el gobierno.

Lo que está muy claro es cómo estimular a los gobiernos africanos a explorar las oportunidades de inversión en Rusia y también a los inversores rusos en África dentro de un marco de cooperación mutua. Para facilitar que los operadores económicos rusos y africanos tengan acceso a sus mercados recíprocos y alentar su participación en proyectos de infraestructura a gran escala se debe necesariamente tomar medidas prácticas y progresivas para resolver los obstáculos existentes.

Dicho esto, actualmente están en marcha los preparativos para la segunda cumbre Rusia-África. Oleg Ozerov, embajador y jefe de la Secretaría del Foro de Asociación Rusia-África, informó que “La parte rusa tiene como objetivo continuar preparando la segunda, así como posteriores cumbres Ruso-Africanas, y pretende hacerlas lo más eficientes posible. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y otros ministerios están tomando medidas para construir una cooperación plena y mutuamente beneficiosa entre Rusia y los países africanos, incluida la formación de una infraestructura social y económica fiable, seguridad alimentaria y energética en el continente”.

Vale la pena decir aquí que los líderes africanos están esperando para cortar cintas blancas marcando la exitosa finalización de algo administrado por Rusia. Realmente es hora de dejar la retórica y avanzar hacia la implementación del paquete de acuerdos bilaterales, especialmente aquellos que involucran inversiones en infraestructura, determinan financiación de proyectos concretos y cumplen promesas de hace una década a la gente de África.

Si bien los líderes rusos y africanos tienen posiciones comunes sobre la plataforma global, existe también la necesidad de reconocer y apreciar el bienestar de los 1.300 millones de habitantes, en su mayoría empobrecidos, en África. Es importante sugerir que con los nuevos horizontes del policéntrico orden mundial está surgiendo y desarrollándose rápidamente participación activa de la juventud africana, líderes de la sociedad civil y activos agentes de cambio en la clase media en los esfuerzos de políticas se vuelve definitivamente necesaria.

Algunos expertos siguen siendo críticos con la educación de la juventud. Gordey Yastrebov, investigador postdoctoral y profesor del Instituto de Sociología y Psicología Social de la Universidad de Colonia (Alemania), argumenta en una entrevista por correo electrónico que “la educación puede ser una herramienta para la influencia geopolítica en general y para cambiar percepciones específicamente y Rusia (al igual que cualquier otro país) podría usarla para ese mismo propósito. Sin embargo, Rusia no está haciendo nada sustancial en este frente, al menos no hay un esfuerzo consistente con resultados obvios que me hagan pensar eso. No hay programas de inversión a gran escala en educación que se centren en esto”.

Yastrebov explica que la educación rusa puede volverse atractiva en estos días, pero que Rusia no puede ya presumir de significativos logros científicos y tecnológicos. El paradigma educativo y científico occidental abraza la cooperación y el pensamiento crítico independiente, mientras que este no es el caso con el paradigma ruso, que se está volviendo más aislacionista y autoritario. Obviamente, a estas alturas, África debería buscar ejemplos más exitosos en otros lugares, tal vez en los Estados Unidos y Europa.

Como indicó el sitio web oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, es evidente que el importante potencial de la cooperación económica está lejos de ser agotado, queda mucho por hacer para crear las condiciones necesarias para la interacción entre Rusia y África. En una reunión del Colegio del Ministerio, Lavrov sugirió sin reservas tomar un capítulo sobre el enfoque y métodos adoptados por China en África y eso volvió de nuevo en 2019.

Ahora, en la encrucijada, podría ser serpenteante y más largo de lo esperado para hacer la marca. El viaje de retorno de Rusia podría tomar otra generación para llegar a destino África. Con el cambiante mundo geopolítico actual Rusia ha sido descartada como miembro de muchas organizaciones internacionales. Como resultado directo de la «operación militar especial» de Rusia que apunta a la «desmilitarización y desnazificación» desde finales de febrero, Rusia ha sido objeto de una serie de sanciones impuestas por Estados Unidos y Canadá, la Unión Europea, Japón, Australia, Nueva Zelanda y un grupo de otros países.

Kester Kenn Klomegah

Fuente: Pressenza

[CIDAF-UCM]


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Autor

  • Trabajó para Inter Press Service (IPS). Es un observador de temas de desarrollo socioeconómico y político en las antiguas repúblicas soviéticas, particularmente en la Federación Rusa y Eurasia. Le gusta viajar y visitar lugares históricos en Europa del Este y Central. Es un colaborador frecuente y apasionado de Pressenza Media.

    Fuente: Kester Kenn Klomegah

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